En este tema hemos comenzado a trabajar el equilibrio. En general, el equilibrio podría definirse como “el mantenimiento adecuado de la posición de las distintas partes del cuerpo y del cuerpo mismo en el espacio”.
Diversos autores han definido el concepto de Equilibrio, entre ellos destacamos:
• Contreras (1998): Mantenimiento de la postura mediante correcciones que anulen las fuerzas que desde fuera nos desequilibran.
• García y Fernández (2002): El equilibrio corporal consiste en los movimientos que los músculos y articulaciones elaboran a fin de garantizar la estabilidad respecto de la fuerza de gravedad que la Tierra ejerce sobre nuestro cuerpo.
Tipos de equilibrio:
• Equilibrio Estático: Control de la postura sin desplazamiento.
• Equilibrio Dinámico: Reacción de una persona que se está desplazando, contra la acción de la gravedad.
Órgano del oído:
El órgano encargado del sentido del equilibrio es el oído. En concreto en el oído interno se encuentran los canales semicirculares. En su interior hay un líquido que, al inclinarse la cabeza, manda al cerebro nuestra posición, y éste corrige con un movimiento muscular lo necesario para no caernos.
Factores que intervienen en el equilibrio.
El equilibrio corporal se construye y desarrolla en base a las informaciones de la vista en el espacio y del oído interno. Otros factores que intervienen en el equilibrio son la fuerza de la gravedad, centro de gravedad de tu cuerpo, la base de sustentación de nuestro cuerpo y el peso corporal. Además también influyen la motivación de la persona, la capacidad de concentración, la inteligencia motriz y autoconfianza.
Buena parte de esta información la hemos recibido durante las clases para que entendiéramos el porqué de ciertos ejercicios que el profe nos proponía. Los primeros días hemos trabajado ejercicios de equilibrio en el suelo y equilibrio en objetos sencillos como zancos, ladrillos y bancos suecos, partiendo de una dificultad menor y progresando hacia mayor. He aquí algunas imágenes de ejemplo: